PUNCHI´S CORNER


Hablo desde el corazón y por la necesidad, como plumilla, de hacerlo. Para compartir una nota, una ilusión, un comentario. Periodista de título, con la lucha por la igualdad como profesión, pretendo compartir reflexiones y análisis de lo divino y lo humano desde la humildad de ser una persona anónima y la consciencia de que hay blogs mucho más profesionales y trabajados, aunque todos tenemos derecho a ejercer la libertad de expresión y las nuevas tecnologías lo facilitan.
Maternidad, alimentación, vida sana, moda, estilo de vida, política, cosas bonitas... Un poco de todo con afán de compartir.

domingo, 23 de diciembre de 2012

NAVIDAD EN LA M 30

Por primera vez en mis 34 años de vida paso la Navidad fuera de mi paisaje olivarero. Sin las conversaciones sobre la cosecha de la aceituna, o planificando la hora de salir y entrar en función de los tractores que me encuentre por la carretera.
Por primera vez no haré la fotosíntesis mirando a Jabalcuz, ni comeré migas otiñeras, ni me fumaré un cigarrillo en la cochera ni criticaré las gestiones urbanísticas de mi ciudad al encontrarme con ella después de unos meses.
Nostálgica reflexiono sobre mis señas de identidad folklórica alrededor de la navidad y me alegro del motivo por el que se produce esta excepción en mi vida. He llegado al culmen de mi embarazo. 37 semanas. Se supone que ya no hay peligro, que ya sólo queda "el paso", la "horita" esperando que sea corta, para comenzar un capítulo en mi vida que soy consciente, me la condicionará para siempre.
Es tanta la ilusión que tengo yo y mi marido claro, por comenzar la aventura y poner en práctica las emociones y planes que hemos soñado, que merece la pena el sacrificio de vivir una navidad aquí, rodeada del anillo de la M30.
Con las patadas de mi Ana Belén de fondo y el cansancio de un cuerpo ya cada vez más agotado al concederle mi útero para su crecimiento primario, aquí me enfrento a la espera sin dejar de dar vueltas a saber cómo será el momento del parto, cuándo vendrá (de día, de noche) cómo será ella... cuántas incertidumbres!
En principio me siento enormemente agradecida a Dios porque me haya dado un embarazo tan buenísimo y que en principio el bebé está muy sano. Y también aprecio mucho el cariño que recibo de la gran mayoría de personas que me rodean. Todos sientes que llevas una luz dentro. La gente se enternece cuando te mira la tripa. Y yo afortunadamente, estoy entre Ana y los demás y recibo como portadora del bebé, el cariño que todos le profesan.
Respecto de los típicos miedos, ya casi no los tengo... Sólo que intentaré colaborar y hacerlo lo mejor posible para que el trance sea corto para las dos. Afortunadamente me siento también muy protegida por mi pareja y esa confianza también me aporta paz.
Intentaré que la oportunidad de la maternidad no me pase nunca desapercibida. Y espero que de verdad este nacimiento simultáneo con la llegada de un nuevo mundo sea la esperanza de nuestras vidas como así he soñado que sea.
FELIZ NAVIDAD