PUNCHI´S CORNER


Hablo desde el corazón y por la necesidad, como plumilla, de hacerlo. Para compartir una nota, una ilusión, un comentario. Periodista de título, con la lucha por la igualdad como profesión, pretendo compartir reflexiones y análisis de lo divino y lo humano desde la humildad de ser una persona anónima y la consciencia de que hay blogs mucho más profesionales y trabajados, aunque todos tenemos derecho a ejercer la libertad de expresión y las nuevas tecnologías lo facilitan.
Maternidad, alimentación, vida sana, moda, estilo de vida, política, cosas bonitas... Un poco de todo con afán de compartir.

viernes, 5 de julio de 2013

REFLEXIONES VARIAS

Reflexiones de una "pobre diabla".
Leo blogs, veo fotos bonitas de ropa, de paisajes, de decoración... y pienso: "realmente estoy disfrutando y haciendo en la vida lo que me gusta".
La gente a la que sigo en las redes sociales parece tan feliz...
Quizás no lo sean y sus expresiones derivan de las cualidades interpretativas de su personaje virtual, pero... me provocan admiración y me invitan a pensar que quizás algún día me pueda sentir realizada profesionalmente.
La verdad, en los días en que ejercía la profesión periodística me encontraba en "mi salsa". Y eso ya es una fortuna, porque conozco a muchas personas que no han encontrado todavía su verdadera vocación. De entro otras muchas, ser periodista es una de las vocaciones más fuertes que siento. Buscar la palabra adecuada para transmitir con ingenio un hecho, vivir ese acontecimiento de cerca y participar de las noticias de mi ciudad así como opinar, fue una época muy feliz para mí. También en la parte de gabinete de comunicación. En cualquier caso, estar cerca del mundillo era mi esencia.
Más adelante he ido viendo que valgo y me gustan otras tantas profesiones. Dinamizadora de grupos de mujeres y gestora de proyectos para las mismas es algo que también me ha dado grandes satisfacciones. Sin embargo, en esta faceta he tenido más sombras que luces. Al vivir en un mundo dominado por la visión machista a día de hoy ni siquiera se entiende como digna la profesión de Técnica de Igualdad y la lucha por los derechos de las mujeres no es comprendida. Entonces vivo siempre en una cuerda floja justificando mi razón de ser y de existir, y luchando por dignificar mi sueldo. El trabajo, en la medida en que no genera riqueza cuantificable económicamente en números, parece que no es trabajo. Mejorar los valores, los derechos y los recursos humanos es un intangible en el que nuestra sociedad cateta no tiene interés por invertir.
De vez en cuando algunos/as líderes de opinión denuncian que hemos llegado a la situación de crisis por la mala gestión. Y yo añado: mala gestión económica, de recursos humanos, sociales, naturales... de todos los recursos. Hay que replantear las reglas del juego, puesto que seguir tirando de esta goma a lo único que nos lleva es a terminar por romperla.
Pero, ¿quién soy yo? Nadie. ¿Dónde puedo hacer valer estas ideas? NO lo sé.
Quizás en mi hija. No es mala idea. Estoy convencida de que el mundo, tal y conforme lo tenemos entendido hasta el momento, tiene una fecha de caducidad bien cercana.
Y posiblemente en el próximo modelo los que actualmente ejercen el poder sufran bastante si no son capaces de adaptarse a otras reglas. Reglas que pasan por compartir, consensuar, dialogar y dejar a un lado la imposición, el poder y el autoritarismo (a veces vestido de democracia y gobernanza). No es que yo quiera que los "malos" de ahora vayan al calabozo. No voy a desear para otros lo que no quiero para mí. Pero sí me gustaría que a todos se nos diera la oportunidad de cultivar nuestro pedacito de huerta y que se tuviera en valor.
Es bastante aburrido escuchar a un político decir públicamente: "mi partido tiene que ganar las elecciones". La afirmación me da escalofríos:
- primero: ¿por qué tienes tanto interés en ganar? ¿es que ganando tu partido ganas algo tú también?
- segundo: ¿tan claro tienes que habiendo perdido hace un año y medio las elecciones, vais a volver a obtener la confianza del pueblo?
Yo es que a toda esta gente la enviaba a ser una doña nadie, así como yo y como otras tantas personas. Y que vivieran el espectáculo desde el patio de butacas como hacemos los demás. A ver si decían todas las tonterías que dicen.
Tengo tantas ideas en la mente que me gustaría plasmar... a lo mejor ni siquiera me da tiempo a ejecutarlas en esta vida. Pero la ilusión aún no la he perdido. A pesar de mucha gente sin luces, la vida sigue siendo bonita.


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